Nota de Hernán T. Zorrilla para el diario El País
La última campaña de arroz en nuestro país mostró un registro histórico de producción: más de 9.400 kilos por hectárea. A su vez, el precio provisorio para el productor mejoró, dándole oxígeno a un sector que venía de varios años complicados. No obstante, la comercialización de la misma fue muy dispar, comenzando de muy buena manera y complicándose con el paso de los meses.
Al cierre del 15 de julio de 2021 se llevaba vendido, aunque sin embarcar, un 52% del arroz paddy de exportación, quitando lo que quedaba en plaza y las variedades fuera del precio convenio. Luego, el aumento en el costo de los fletes y las trabas logísticas imposibilitaron una comercialización fluida del grano, e incluso provocó que se cancelaran negocios concertados. Al 15 de octubre de 2021, se pudo tocar un 61% de la zafra comercializada: esto marca que en 3 meses se vendió solo el 11% del total. “La industria resistió a la tentación de bajar los precios ya que dicha baja debía ser muy importante para absorber el aumento de fletes, sumado a que no teníamos precios claros de referencia”, aseguró Nicholás Lawlor, presidente de la Gremial de Molinos Arroceros de Uruguay.
Entre octubre y diciembre, al influjo de un dólar alto, Brasil exportó todo lo que la logística le permitió desplazando a Uruguay de varios mercados, pero fijando nuevos precios de referencia, aún inferiores a los que nuestro país debía llegar para vender. Al 15 de enero se habían informado negocios solamente por el 81% del arroz exportable, enfrentando así el país un carry over importante para comercializar casi arriba de la siguiente campaña. “En este momento la industria tomó la decisión de concertar algunos negocios de exportación de arroz paddy para reducir el carry over y bajar costos al recibir la nueva cosecha”, informó Lawlor, quien agregó que también se presentó una ventana de oportunidad de venta a Brasil con un dólar debilitado que favorece los negocios de importación desde el vecino país”.
De este modo, hay optimismo en la cadena agroindustrial arrocera de llegar al cierre de zafra con más del 90% del arroz comercializado, aunque esto no implique necesariamente ya exportado, por lo que algunos molinos pueden estar bajo presión de espacios para recibir la nueva cosecha.
Precios. Los precios de exportación no fueron ajenos a esta situación, bajando de forma considerable con los obtenidos en 2020 por la necesidad de vender. La zafra 2020-2021 comenzó con precios altos y termina con precios más bajos, los cuales de todas formas son buenos en términos históricos. Al cierre de junio de 2021 se acordó un precio provisorio de US$ 12,30 por la bolsa de 50 kilos de arroz sano, seco y limpio, con 1 dólar de sobreprecio por la variedad Tacuarí.
Destinos. El principal destino para el arroz uruguayo fue Irak, habiéndose consolidado en este puesto luego de concretar 4 barcos con 128.000 toneladas y un 20% del valor FOB total exportado. Lo siguen Perú con 90.000 toneladas, Brasil con 82.000 toneladas, Venezuela con 82.000 toneladas (en su mayoría arroz cáscara) y México con 74.000 toneladas. “Se registró una baja marcada para los destinos donde se realizan mayormente embarques en contenedores de 20 pies por su escasez y el alto valor de los fletes respecto de los parámetros normales”, informó Lawlor.
TLC. “Pensamos que el TLC con China será una realidad y ojalá también se concrete con Turquía”, afirmó el presidente de la GMA, ya que con el primero tenemos el desafío de encontrar los nichos a los que podemos acceder con arroces de grano largo, al tiempo que al segundo le vendemos desde hace mucho tiempo y un tratado de estas características nos ayuda a potenciar el mercado, bajando aquellos elevados aranceles que en muchas ocasiones nos dejan fuera del mismo.
Perspectivas. Respecto de las perspectivas del arroz en los próximos meses, Lawlor fue gráfico: “si supiéramos qué nos espera el sector arrocero no entusiasmaría tanto a productores e industriales. Será una zafra desafiante, eso seguro”.
Uno de los principales objetivos pasa por competir por los clientes que compran barcos de mucho grano largo (variedades Merín, Inov, Gurí y similares), ya que, con los precios de los fletes, exportar en contenedores se hace complicado. “Esperemos que Brasil vuelva a ser el cliente que fue en 2020 y la logística mejore en disponibilidad y precios para destinos como Centroamérica, Perú, Canada y otros”, cerró Lawlor.